Estelares, agigantando el sol de una noche en La Trastienda

La noche del once de junio vio colmada La Trastienda de Montevideo para ver una nueva presentación de Estelares en nuestro país, con el aditivo de tener como antesala, la presentación del uruguayo Max Capote quien brindó a los asistentes su propio show. FOTOS : Miguel Juncal


Cabría preguntarse cuáles serían los puntos de contacto que unen a estos artistas del Río de la Plata como para realizar un show en conjunto; de pronto la línea pop en la que transitan o la seriedad con la que encaran la producción de cada uno de sus discos. Pero sería difícil asegurar que aquél público mayormente convocado por los medios para ver a Estelares, disfrutó de igual forma la presentación del uruguayo, y si no hubo un recambio de público entre ambas actuaciones.

El show tal como estaba previsto para las 21 horas fue abierto de forma estelar por el gran Max Capote. Impecablemente vestido de negro y con su característico vaso en mano, el uruguayo subió a escena para interpretar alguna de sus canciones más clásicas junto a alguna sorpresa. Fue así que no faltó ni su gran éxito ‘Chipiscuis’, ni su ‘No te voy a convencer’, de original aparición en el disco “Chicle”, el cual sirvió para dar cierre a su corta pero contundente presentación.

Entre lo llamativo, una versión de ‘Ana go to him’ de Arthur Alexander, pero realizada en manifestada alusión a la versión que hiciera en 1964 el primer grupo punk según informe de la revista Billboard, al decir del propio Max, quien se ha caracterizado por ser un músico al que le gusta hurgar dentro de las diferentes formas y estilos por los que ha atravesado la música en toda la historia.

El show que fue una antesala de lujo a la presentación de los argentinos; apenas duró algo más de media hora, dejando a muchos con ganas de ver más del artista nacional.

Tras un impase de unos veinte minutos, fue tiempo de la subida a escena de la banda argentina, quienes realizaron un show basado en sus últimos dos discos, “Sistema Nervioso Central” de 2006 y “Una temporada en el amor” de 2009.

Benteveos, un rin tin tin y algunos hippies años 2000, parecieron unirse en el preciso instante que los liderados por Manuel Moretti subieron a escena para con ‘Eléctricos duendes’ dar comienzo a un show que comenzó a desplegarse pasadas las 22 y los llevó hasta la medianoche de aquél 11 de junio.

‘Las vías del tren’ siguió sin mediar palabra alguna. Palabras que llegaron previo a la interpretación de ‘Mariposas’ y ‘200 monos’, cuando el cantante de Junín luciendo una remera con el nombre impreso de“Leonardo Favio”, agradeció la presencia de los allí presentes y trago mediante continuó con el show.

Fue el momento de dialogo con el público, el previo a la interpretación de uno de los mayores éxitos de la banda ‘Ella dijo’, esa amorosa historia de brutal honestidad donde el eslabón que une los universos de los protagonistas es el sexo, y es éste el responsable de mantener a la pareja en la espera del verdadero amor.

El actual corte que tiene la banda rondando las distintas programaciones radiales fue el que siguió en la lista. Y fueron precisamente ‘Las trémulas canciones’ las que lograron mantener firme la atención de los presentes, en una relación con la banda que estuvo siempre a punto de despegar, pero que en la mayor parte de la presentación permaneció en una indisimulada expectativa.

El piano en primer plano para introducirnos en ‘Un viaje a Irlanda’ que concluyó con la interpretación de dos clásicos de la banda del disco “Ardimos” del 2003, ‘América’ y ‘Moneda corriente’, aquella canción que en su versión original junto a Andres Calamaro llevó a los platenses a conquistar el gran público de los Buenos Aires.

Ya a esta altura convertido en un souvenir, y con un grito de fondo que decía “Manuel no te mueras nunca”, Moretti con los suyos hizo ‘Un show’ y ‘Melancolía’, que fueron el preámbulo de lo que podríamos llamar el momento retro de la noche, ya que los Estelares se largaron a hacer dos covers de bandas que supieron brillar en los 80’s, de épocas donde Manuel traslado de su Junín natal a La Plata, seguramente formaba parte de su primer banda Licuados Corazones y ya se encontraría preparando canciones para su futuro “estelar”.

Primero hicieron ‘Pronta entrega’, versión de aquella original del año 1985 con la que la banda que lideraba Federico Moura, Virus, habría su disco “Locura” con el que marcaron aquella década. La otra versión fue la de ‘El aguijón’ de Los Fabulosos Cadillacs, versión que la banda aportó al “Vos sabés como te esperaba /vol 2”, ese homenaje de diferentes bandas latinoamericanas a la banda argentina liderada por Vicentico.

Luego hubo un pequeño quiebre en el espectáculo, con una serie de canciones que parecieron no lograr colmar la expectativa del público, ‘Las luces del sueño’, ‘La ruta se ha roto’, ‘Tanta gente’ y ‘Superacción’, se envolvieron con un aire de extraña frialdad por parte de los asistentes.

Pero el show siguió su curso como el Rin, y fueron tres las canciones que sirvieron de cómplices para que los argentinos volvieran a ponerse al público en el bolsillo. La primera de esa trilogía final fue ‘Aire’, que es su mayor éxito hasta el momento y ese hecho se vio reflejado entre los asistentes, a la que le engancharon ‘Cristal’, que fuera el primero de los cortes de su último disco de estudio hasta el momento “Una temporada en el amor”, y cerraron con ‘El corazón sobretodo’, aquella canción de “Amantes suicidas”, el disco del 98, que se ha transformado con los años en una pieza clave para los más fieles seguidores de la banda.

Tras la despedida llegó el bis. Aunque vale decir que entre la despedida y el bis no estuvo la retirada clásica de los músicos que en general sirve para motivar el requerimiento de los asistentes.

Fue ‘Ardimos’ la canción elegida, en un hecho que es costumbre en los shows que la banda realiza.

Allí el final; una rápida y extraña salida de escena, y un show que quizás no logró colmar la expectativa de ese público al que le cuesta comprometerse con algo, pero que seguramente ese núcleo de fieles seguidores que los Estelares se han ido forjando a través de los años, supieron disfrutar y guardar entre algunos de sus más selectos recuerdos.

Fernando García

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