Un espectáculo de los Buenos, en el Teatro de Verano

Fue una de las presentaciones más esperadas del año, los Buenos Muchachos llegaban al Teatro de Verano en la previa a la edición de su nuevo disco «Se pule la Colmena», del cual interpretaron varias de sus canciones.

En una ventosa noche de septiembre, con la primavera acercándose a un invierno que dejaba claro que aún no era tiempo de partir, los Buenos Muchachos calentaron las gargantas de un colmado Teatro de Verano, que de verano, apenas el nombre.

El show arrancó a las 21:30 horas envuelto en un tono azul que ayudaba a crear la atmósfera perfecta para la irrupción de la banda nacional que más ha interpretado la generación de climas a través de su música.

Tras algunas canciones que sirvieron como para aflojarse, el carismático Pedro Dalton dio la bienvenida y le agradeció la presencia a su público, para más tarde manifestando que se trataba de uno de los clásicos elegidos por la gente del “Uno con uno y así sucesivamente”, presentar ‘Villete de Oro’, la primer canción de la noche en sentirse con el respaldo del coro de asistentes.

En un espectáculo que duró algo más de dos horas y fue dividido en tres partes de aproximadamente 40 minutos cada una, la primera que concluyó pasada las 22:10, incluyó algunas canciones de la banda de esas que no son tan habituales escuchar como ‘Carlos, su auto y la calle mojada’ del disco “Amanecer búho” y la ‘Isla es un camalote’ del hasta ahora último disco, imponiendo entre ellas un clásico del grupo como lo es ‘El Faro’.

La segunda parte fue la que mantuvo más expectante a los espectadores, ya que se centró en las canciones de su disco 2011 de inminente salida entonces, “Se pule la colmena”. Comenzó con ‘Solo pienso’, canción que originalmente apareciera en el disco “Nunca fui yo”, que la banda grabara en el 94 y editara en formato casete, allá por el hoy lejano año 1996. Le siguieron los temas ‘Chispas de luna’, ‘Se cae el mundo’, ‘Oomm’, ‘Mi Rincón’, ‘Sin más’, ‘It’s ok’, ‘Sonido metal’ y el más reconocido de ellos ‘Beefheart’, canción elegida como adelanto o primer corte de difusión del nuevo disco, siendo de las nuevas canciones la que obviamente tuvo mayor repercusión.

Más allá de lo novedoso del material, es indudable que los seguidores más acérrimos de la banda ya conocían en parte este trabajo, que más allá de la ausencia de una edición oficial, siempre hay formas alternativas de acceder a la escucha de un material inédito.

Finalizada ésta segunda parte, fue hora de un muy pequeño descanso de la banda para internarse en lo que el propio  Pedro Dalton denominó el “tercer set”, en definitiva, la tercera y última parte del show.

Fue entonces donde se concentraron las canciones más reconocidas de la banda, los mayores éxitos o los más populares por decirlo de alguna forma.

Esta tercer parte que arrancó con ‘Temperamento’, canción del primer disco de la banda “Nunca fui Yo”, y contó con la presencia de ‘Cecilia’, una de las canciones que impuso a la banda a nivel local allá por el año 99, a la que le pegaron ‘Lengua Distorsión’ de su aclamado disco del 2006.

Las dos canciones insignias de la banda sonaron juntas, ‘He never wants to see you (once again)’ junto a ‘Y la nave va’, hicieron que nadie en el Teatro de Verano pudiera optar por la indiferencia ante la emoción.

Tras otro de los temas más representativos del grupo como lo es ‘Pavimento del buen muchacho’, el carismático Pedro Dalton aprovechó para agradecerle al público su presencia y entrar a marcar el rumbo hacia el final de una noche plagada de emociones hecha canción.

Con un gracias y la definición de que son “una gente increíble”, comenzó la despedida musical con ‘De a dos mejor’, canción del “Aire Rico” del año 99 que fuera la que hizo conocer a la banda y que es uno de los temas más queridos por el público de los Buenos.

Fue el tiempo de los bises, de las últimas emociones y de un final sorprendente interpretando la versión que la banda hizo de un clásico deBuitres como ‘Ojos Rojos’ que sirvió para darle un merecido broche de oro al show.

Así pasaron los Buenos Muchachos por el Teatro de Verano en una noche que quedará en el recuerdo de todos aquellos que asistieron a pesar del frío que se hizo sentir en aquella ventosa noche de septiembre. Un viento que no dejó de soplar en ningún momento, pero que no pudo ahuyentar la presencia de un público que permaneció firme, tan firme como la luna llena que acompañó la noche de los Buenos en un show que ya a esta altura, fue histórico para la banda.

Fernando García

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