Supervielle : entre la realidad y la fantasía

Bajo el ala protectora del colectivo Bajofondo, Luciano Supervielle editó su segundo trabajo como “solista”. El disco que ha sido editado internacionalmente por “Universal”, se llama “Rêverie” y consta de una colección de canciones que sirven para definir a un artista en constante crecimiento.


Con éste disco, Supervielle se convierte en el primer integrante del colectivo Bajofondo en editar un segundo trabajo discográfico, el anterior había visto la luz hace ya siete años.

El significado de la palabra Rêverie tiene algunas aristas particulares que ayudan a la definición del propio material discográfico. Se trata de un término francés que significa algo así como tener un pié en la realidad y otro en los sueños, similar a cuando hacemos referencia a soñar despiertos. El sonido del disco atraviesa los terrenos ya transitados por el artista, pero incursiona en otros donde a manera de sueños, el límite entre la fantasía y la realidad solo puede ser percibido por la emoción a la que nos conduzca la propia música.

La particularidad de este material es que fue grabado en vivo en la Sala Zavala Muniz del Teatro Solís de Montevideo, y luego trabajado en estudio bajo la producción de Gustavo Santaolalla y JuanCampodónico, convirtiendo al material en una especie de híbrido entre el estudio y el escenario. Ese origen del “vivo” es lo que le da a las composiciones cierta “vida” que no hubiese sido posible si el disco hubiera salido inicialmente del estudio.

A la primer escucha del disco, fácilmente se identifica como un disco de Bajofondo, dado el particular estilo del colectivo en producir los sonidos, pero queda claro que aquel concepto de tango electrónico ya ha sido superado y que la música va más allá de aquella definición, pasando por el pop y rock con claras referencias al jazz y la electrónica, donde la canción francesa y la música típica del Río de la Plata no se mantienen ausentes.

El primer corte de difusión del disco se llama ‘Adonde van los pájaros’, una melodía con la guitarra española en primer plano incursionando entre sonidos y efectos que van creando la atmósfera necesaria para darle a la canción un sentido intimista. La canción cuenta con la voz de Franny Glass y su aporte compositivo con el que cierran un tándem de real virtuosismo.

Sobresalen algunas versiones que Supervielle realiza de canciones pertenecientes a esta zona americana. Particularmente la de ‘Gritar’, una de las primeras y esenciales canciones de Los Estómagos que marcaron época en la etapa del rock nacional pos dictadura, donde se aprecia la voz delpropio Gabriel Peluffo, líder de aquella mítica banda uruguaya.

Otra versión destacable es la que realiza de ‘Indios’, canción de Legiao Urbana perteneciente a su disco “Dois” de 1986; banda pilar en la escena del rock norteño de todos los tiempos, y que cuenta con la participación de Dado Villalobos, guitarrista de la banda brasileña y que es cantada por la diseñadora gráfica Luisa Pereira. Pero si de versiones se trata, la que sobresale en el disco sin duda es la realizada de ‘Nos soy un extraño’, aquella canción que Charly García incluyera en su disco “Clics modernos” de 1983 y que terminara siendo uno de sus más recordados éxitos de la primera época. Lo sobresaliente de esta versión es que está interpretada en francés por el propio Supervielle. Imperdible.

Hay tiempo para la nostalgia o la reflexión, cuando con ‘Canción de muchacho’ aparece sampleada la voz del recordado Eduardo Darnauchans, al igual que cuando en ‘Un poco a lo Felisberto’ se homenajea al músico y escritor nacional Felisberto Hernández fallecido a mediados de la década del 60.

En materia de homenajes o referencias, hay dos que tampoco pasan desapercibidos, una es la canción ‘Zizou’ inspirada en Zinedine Zidane, y la otra es ‘El príncipe’ inspirada en Enzo Francescoli, futbolista de quien Zidane se declaró admirador bautizando incluso con el nombre de Enzo a su primer hijo. Con estas canciones traza una línea entre dos figuras del futbol mundial del primer cuarto de vida de Supervielle, incluyendo la referencia a los dos países del artista, Francia y Uruguay. También hay un paralelismo implícito a la hora de elegir dos figuras del mundo del futbol que se han caracterizado por el tratamiento cuidado del balón y la creatividad en el juego, tratamiento que exige una sutileza y destreza similar a la que el artista le impone al piano y desarrolla en sus composiciones.

Otras canciones destacadas son los instrumentales ‘Forma’ en una nueva versión que la incluida en el disco debut de Bajofondo, y ‘Real y mágico’, que ayudan en su transcurso a un ambiente global pactado en 15 canciones hechas para escuchar en vivo y arregladas para ser disfrutadas desde el sofá.

Pianista por excelencia, Supervielle sabe como acentuarse en los teclados y utilizar cada elemento que aporte a la composición, desde un sampler a un bandoneón, pasando por un violín o un scratch, el músico tiene en claro que lo que prevalece ante todo es la melodía. Sentado frente al piano como si fuera éste una ramificación propia de su ser, Supervielle parece haber encontrado la forma más precisa de proclamar su arte, creando en cada composición una trama que redunde en armonía. Y es en esa forma donde encuentra el mayor espacio para crear sonidos que terminan impactando, aún cuando a priori pareciese estar todo dentro de lo esperado.

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Fernando García

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