Buitres que te invitan a bailar

Finalmente el último diciembre vio dar a luz al nuevo disco de Buitres después de la una. La banda de mayor repercusión a nivel local en los últimos 20 años, ha vuelto a su nombre original y a editar un material  a la altura de su trayectoria; el disco “Bailemos”.

El nuevo trabajo está totalmente producido por la propia banda, es el noveno disco en la carrera del grupo y contiene 13 nuevas canciones, todas originales. Fue grabado en los Estudios “Panda” de Buenos Aires y masterizado en los estudios “Attic” también de la capital argentina, bajo la dirección de Claudio Romandini.

Si bien la esencia buitrera se mantiene a lo largo de cada una de las canciones del nuevo disco, las mismas lucen diferentes, aún cuando esas diferencias sean sutiles al simple oído del escucha. Y es que es el primer disco de la banda integrado por canciones compuestas para dos guitarras, ya que vale recordar que en la segunda mitad de la década pasada se produjo el ingreso de Orlando Fernández como bajista al grupo, permitiendo que el Pepe Rambao se diera el gusto de calzarse la guitarra y así posibilitar una nueva estructura en el grupo. Recordemos que el trabajo de estudio anterior “Canción de cuna para almas en jauría” es de 2007, y si bien ya la banda estaba tocando con una segunda guitarra, las composiciones en algunos casos eran anterior a ese nuevo rumbo y no lograron plasmar ese detalle, que aunque por momentos parezca sutil, en el contexto de valorar un nuevo trabajo marcan una diferencia. De todas formas hay en el disco canciones que suenan como siempre y no dan mucho lugar a la sorpresa, tal los casos de ‘Fabulario’, la canción que cierra el disco ‘Ay’, ‘La Carta’ o ‘En los tilos morados’, esa canción que con bienvenida y despedida al mejor estilo de exposición murguera en el concurso de carnaval, nos termina confirmando una mala noticia : “las canciones son verdad”.

En el disco hay tiempo para la oscuridad y el descargo con ‘After hours’, así como la invitación al baile en ‘La canción más larga en la historia de la radio’, que lejos de ser fiel a su nombre en menos de tres minutos expresa reiteradamente el título del disco, ‘Bailemos’. En un disco donde la paz y los ritmos medios se notan con mayor presencia que en anteriores trabajos, hay tres baladas incluidas; una fue elegida como el primer corte del disco ‘La canción de la hoja y la flor’, una suerte de valsecito que nos remite al ‘No me conocen’ de hace diez años atrás. La otra balada es ‘Amigo Bestia’, donde el rasguño de la guitarra va marcando el ritmo de una canción que declara algo que a ninguno nos debería faltar en nuestras vidas; y la tercer balada es ‘Chavela’, canción que fue elegida para abrir el disco, quizás colocada allí a propósito y a modo de sorpresa, una canción que atrapa entre el desgarro de una voz siempre a punto de estallar y una letra que gira en torno de la oscuridad. Es de lo mejor del disco y una buena muestra representativa del mismo junto a ‘Madrugada’, ‘El Perfume’ y ‘Niña’; canciones que muestran caminos distintos pero iguales, y por donde mejor se visualiza la trayectoria bien asumida de la banda.

Un disco en términos globales muy parejo, donde la mayoría de las canciones podrían ser elegidas como cortes de difusión y fácilmente se transformarían en clásicos. Un registro del 2010 que buscará dejar en el nuevo año una nueva marca de los Buitres, que han vuelto a ser Después de la Una como una forma de reivindicar los orígenes y así imprimirle la esencia de la banda a un disco que lejos de marcar una repetición, deja claro que 20 años es mucho a la hora volcar la experiencia en un cambio que demuestre vigencia sin perder la esencia de un sonido.

Imagen de previsualización de YouTube

Fernando García

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *