El Ícono cruza el charco
Cruzamos el Charco y elegimos 2 obras de la abrumadora oferta teatral de Buenos Aires. «Brillosa» una comedia provocativa y «Fuerza Bruta» una experiencia física para nuestros sentidos realizada por ex integrantes de De La Guarda.(Nota y Videos)
Al otro lado del río
Ir a Buenos Aires, sin pasar por el teatro, es como no haber ido -incluso si uno tiene la panza llena por haber visto a Paul McCartney-. La oferta teatral es abrumadora, alcanza con abrir cualquier suplemento de espectáculos para ver las cientos de propuestas y la infinidad de salas y salitas teatrales que existen. Pero, a pesar de los múltiples teatros, las salas convencionales parecen no ser suficientes, por lo que los teatristas porteños más innovadores se han apropiado de otros espacios, en su búsqueda constante por la experimentación.
En esta vasta oferta, destacan dos espectáculos realizados en espacios no convencionales, ambos centrados en el hoy, con la premisa esencial de la transformación constante y la no repetición.
Brillosa
Brillosa es una comedia provocativa, en el límite de la exageración. Se autodefine como un espectáculo en proceso, haciendo hincapié así en una de las características inherentes al teatro: no hay dos espectáculos iguales. Cada función es única por lo que la obra va mutando cada semana, convirtiéndose en algo diferente a lo que fue la vez anterior. Esto lo refuerzan con la presencia de un actor (bendito él entre todas las mujeres) invitado para el final de cada función. Explicitan, además, otro de los valores diferenciales del teatro, que la obra necesita a los espectadores y se completa con ellos.
“Brillosa está pensada como una estructura dinámica, móvil. Es una asociación libre de obsesiones particulares. Es una variación sobre el imaginario de los seres inseguros”, reflexiona Martín Marcou, director de la obra.
Este espectáculo en “fabricación constante” se realiza en el tercer piso del IMPA, una cooperativa procesadora de aluminio en la que trabajan más de 150 personas. Desde hace dos años también se realizan allí actividades culturales en un espacio denominado “La fábrica ciudad cultural”. La obra se mira y se cuestiona a sí misma, descubre sus verdades y conflictos. Revela su proceso creativo y su carácter fugaz, exhibe sus hilos y entretelones, por lo que encuentra en esta fábrica el espacio ideal para mostrar lo que subyace al producto terminado.
Mientras aguardamos que la obra comience y apreciamos las máquinas en desuso intervenidas para la ocasión, nos percatamos de que el espectáculo ya ha comenzado. Las ocho actrices del elenco, muestran su desesperación por actuar (ya anunciada en el afiche de la obra) desde una jaula, que bien podría ser el acceso a un lupanar. Desde allí provocan al público con su mirada y se comunican mediante carteles, mientras desde un grabador -que ellas mismas manejan- se escuchan canciones que podrían ser del Top 20 de cualquier FM. Y entre los carteles que exigen apagar los celulares, o nos cuentan que un muñeco que una de ellas posee se llama Braulio, hay otro que sentencia, casi a lo Magritte, que “esto no es teatro”. El teatro, desde adentro, nos dice que lo que vemos no es lo que parece ser, se cuestiona a sí mismo. Algo está claro: la irreverencia desde el vamos.
Finalmente somos invitados a ingresar a la jaula que hasta ahora marcaba el límite entre ellas y nosotros, entre la realidad y ¿la ficción? Tras la ansiedad que nos provocaba ingresar descubrimos un espacio enorme y despojado que las actrices llenarán, logrando un espectáculo coral y colectivo que supera sus individualidades. Rápida y eficazmente a través del relato consiguen la intimidad con los espectadores, para los cuales distinguir entre actriz y personaje no es tarea sencilla. Un actriz que saluda a sus conocidos del público, otra que reclama a una de sus compañeras la escasez de texto que le tocó interpretar, la que confiesa los problemas que tuvo con su vestuario o la que revela que en la temporada anterior realizaba un desnudo, pero este año, su cuerpo de treinta años ya no se lo permite; son sólo algunos de los problemas que plantea Brillosa, transitado la delgada frontera entre lo real y lo ficticio.
En esta obra “sin presupuesto”, hay espacio para la danza y la música, así como recursos audiovisuales, a través de una pantalla improvisada con una sábana blanca comprada en el Once, que revela un videoclip sobre el sentido de la obra y un resumen de lo que fue su primera temporada, realizada en 2009 en otro espacio distinto al actual.
En ese entorno tan tradicionalmente masculino, el alma femenina logra brillar y lucirse; porque brillosa es su apariencia, pero ante todo, deja ver su esencia.
Día/Hora: Viernes 21:00hs.
Precio de entrada: $ 20
Teatro: IMPA (Fábrica Cultural)
Teléfono: 4981 – 3730 Dirección: Querandíes 4290 (Almagro)
Video de la obra: http://www.youtube.com/watch?v=SZGPagAdpMI
Fuerzabruta
En el Centro Cultural Recoleta se viene presentando desde hace ya varios meses Fuerzabruta, espectáculo de la compañía argentina homónima, creada por Diqui James y Gaby Kerpel, miembros del grupo De La Guarda. Este espectáculo continúa la búsqueda creativa que comenzaran con aquel colectivo, combinando teatro, danza y acrobacias. El mismo ya ha sido estrenado en las ciudades más importantes del mundo, como Lisboa, Londres, Miami, Bogotá, Edimburgo, Berlín, Taiwán, México, Caracas y San Pablo, entre otras, y repite el éxito en Buenos Aires.
Fuerzabruta más que una obra es una experiencia física (única e irrepetible) en la que todos los sentidos están involucrados. Apela a la sensibilidad y las emociones del espectador, antes que al intelecto. Fuerzabruta nos pone en contacto con nuestros instintos más primarios.
Cuestiona las convenciones del teatro tradicional, aquí “no existe el concepto de significado o representación. Una puerta es una puerta. No significa ni más ni menos que eso. Tampoco el vestuario, las luces, la música ni los gestos.” Se nos advierten que todo lo que sucede allí es real. No se buscan efectos que imiten la realidad, sino que se apela a la entrega del espectador para que forme parte de una experiencia de realidad extraordinaria, paralela, etérea y bella. El público es parte del hecho artístico que es tan verdadero como su cotidianeidad.
Cuando los espectadores ingresamos en masa a la sala vacía, la música electrónica ya está sonando, invitándonos a bailar. No hay escenario, ni butacas, sólo un espacio abierto y oscuro -que compartiremos actores y público-, esperando ser alterado.
Y las modificaciones del espacio y los estímulos se suceden sorpresiva y vertiginosamente durante los sesenta minutos que dura la experiencia: un hombre de saco y corbata camina sobre una cinta sinfín, corre, recibe un disparo, cae, continúa corriendo, atraviesa una pared. Los actores bailan frenéticamente e invitan al público a sumarse en lo que pronto se convierte en una rave party. Se suceden coreografías aéreas y acuáticas (en uno de los momentos de mayor belleza del espectáculo, cuando una piscina de acrílico desciende desde el techo hasta nuestras cabezas y donde las actrices se deslizan sobre el agua, primero suavemente y luego con desenfreno y brutalidad, pero igual perfección).
Para los creadores de este espectáculo cargado de adrenalina, la sorpresa es fundamental, no es un efecto, sino un estado constante y necesario para la efectividad de la obra. Ello requiere una precisión milimétrica, para lograr una puesta tan compleja y con recursos técnicos inusuales, que incluyen, además de las escenas en altura, una sorprendente lluvia dentro de la sala.
En este entramado de acciones, el público no participa, forma parte, deja de ser mero espectador para integrarse. El teatro es un hecho social que implica involucramiento, es comunión, es convivio, es un acontecimiento colectivo que debe afectarnos, y Fuerzabruta logra golpearnos y marcarnos de la manera más delicada.
Mirá el Trailer de Fuerza Bruta:
Día/Hora: De martes a domingo (ver horarios en www.ticketportal.com.ar)
Precio de entrada: Desde $50
Teatro: CENTRO CULTURAL RECOLETA
Dirección: Junín 1930
Entradas anticipadas: www.ticketportal.com.ar
