Entrevista a Ingrid Beck de la Revista Barcelona

En esta oportunidad transcribimos textualmente una entrevista a la directora de la Revista Barcelona realizada por el colega Miquel Pellicer Alapont, que aparece en su Blog: miquelpellicer.com el cual compartió a través de la red social LinkedIn.

Ingrid Beck: “Se puede hacer sátira con todos los temas”

Ingrid Beck, directora de la Revista Barcelona
Ingrid Beck es cofundadora y codirectora de Barcelona, revista satírica argentina creada en 2003 como “una solución europea a los problemas de los argentinos”. En un artículo reciente deOlga Jeczmyk nos explicaba la historia de Barcelona y sus paralelismos con la revista francesaCharlie Hebdo.¿Cómo surge Barcelona?
Barcelona surge a partir de la crisis terminal de la Argentina a fines de 2001. Un grupo de amigos, periodistas y diseñadores, estábamos sin trabajo y empezamos a pensar en hacer una revista política y de humor. De esa combinación de deseos nació esta Barcelona. Eran épocas en las que muchos colegas y conocidos hacían cola en la Embajada de España. Querían irse a Barcelona, considerada la meca para los artistas, los intelectuales… Nosotros no teníamos doble ciudadanía, así que decidimos hacer nuestra Barcelona acá. Demoramos dos años en editarla porque, claro, en 2001 nadie tenía un centavo, el papel subía al ritmo de la inflación y ningún proyecto prosperaba. Recién en 2003 conseguimos un préstamo familiar y salimos a la luz.

“Nosotros no teníamos doble ciudadanía, así que decidimos hacer nuestra Barcelona acá”

En algunos foros hemos encontrado críticas feroces contra la revista. ¿A qué se deben estas opiniones?
No lo sé con certeza, pero me imagino que son personas sin sentido del humor o con miradas muy distintas sobre la actualidad y los medios de las que tenemos nosotros. La sátira, por naturaleza, es ofensiva. Así que bienvenidos los ofendidos. Sobre todo si son fascistas.

Tenéis la sensación de estar en medio del fuego cruzado entre el gobierno y el grupo Clarín?
No creo que estemos en el medio de nada. Somos demasiado pequeños para quedar en el medio. Nosotros nacimos hace 12 años como parodia de Clarín, el diario con mayor circulación en el país. Queríamos desnudar algunas operaciones del periodismo que se autodenomina “independiente” y también batallar a favor del buen uso del castellano, tan demodé en estos tiempos. Seguimos enfrentados a ese periodismo, pero el problema es que Clarín es cada vez más parecido a Barcelona, con lo que nos dificultan bastante el trabajo.

Este Gobierno también se ha enfrentado a Clarín y, en ese sentido, a veces nos paramos en ese lado de la vereda. Cada vez menos veces. Y la guerra desatada entre los dos nos supera ampliamente. Más que en el medio, somos rehenes, como la mayoría de los argentinos.

¿Qué tema crees que toca más la fibra de los argentinos?
Sin duda, la economía. Pero no el debate sobre la economía. La plata que tenemos en el bolsillo. Creo que está en el top 1 de las preocupaciones de los argentinos.

Portadas de la Revista Barcelona

La portada sobre el Papa Francisco fue vuestro último desencuentro con parte de la opinión pública argentina.
Me imagino que sí. Lo de “la opinión pública argentina” nos queda un poco grande, la verdad. Creo que el tema se amplificó porque aparecí en un programa de tv con un pseudoperiodista que me insultó al aire. El video de esa “pelea” se hizo viral y los ultracatólicos decidieron agarrársela conmigo y con la revista. Fue solo un momento y espero que haya servido para vender más ejemplares.

¿Se puede hacer sátira de todos los temas? ¿Hay límites?
Se puede hacer sátira con todos los temas. No hay límites. Nosotros no nos ponemos límites. La clave es qué estás diciendo, qué querés transmitir con eso que satirizás. Si hacés sátira desde el poder, sos un cínico. Si te reís de los débiles, sos un cínico. La sátira -y el periodismo, que es lo que hacemos a fin de cuentas- debe ser crítica con el poder. O pierde sentido. Yo tengo mis límites, por supuesto. Pero no creo que nadie, persona, institución o Estado deba poner límites a la sátira, al humor o a cualquier tipo de expresión no violenta.

“Si hacés sátira desde el poder, sos un cínico. Si te reís de los débiles, sos un cínico”

Ahora estáis viviendo el caso Nisman. ¿Cómo enfocáis este tema?
Estamos en plena labor. Es muy difícil (más allá de las enormes dificultades de análisis del caso, claro), tratándose de un quincenario, seguir un tema que cambia minuto a minuto. Lo más llamativo para nosotros, en relación con lo que hacemos en Barcelona, es el cruce de operaciones entre los medios (más las del Gobierno y la oposición política) que hace que nada sea creíble. Vivimos en el reino de la desmentida. Y los periodistas se han convertido en estrellas, algo contra lo que nosotros militamos fervientemente. Preferimos que la estrella sea la información. Pero, ya ves, vamos de derrota en derrota.

“Los periodistas se han convertido en estrellas, algo contra lo que nosotros militamos fervientemente”

He leído en alguna entrevista anterior que “cada número puede ser el último”. ¿Cóomo se financia una revista como Barcelona?
Se financia con las ventas y con la publicidad. Nada de todo eso alcanza y hoy la revista es deficitaria.

¿Se puede buscar el equilibrio entre la independencia y la financiación sostenible?
Hasta ahora no lo hemos encontrado. Es la fórmula de la felicidad.

Con temas polémicos como los que tratáis, ¿cómo se decide el enfoque?
Los temas de tapa y contratapa, sobre todo, se deciden en reunión de sumario y por consenso. Discutimos hasta que estamos todos de acuerdo. La pregunta, como te decía antes es “qué queremos decir con esto”.

¿Cómo habéis vivido el caso de Charlie Hebdo?
Fue muy impresionante. Y es un honor que hayamos sido la referencia argetina para esa revista. Os han entrevistado de todas partes y en todos los medios para que demos nuestra opinión sobre los límites de la sátira. Siempre respondemos lo mismo: no hay límites. Hicimos una tapa dedicada al Charlie Hebdo. Por primera vez cambiamos nuestro nombre (quedó “Cherlie Hebdona”) y nos opusimos a la idea de que el humor mata.

¿El caso francés os hace replantear si es adecuado publicar algún tema por temor a represalias o actos vandálicos?
No, en absoluto.

Después de más de 12 años, ¿ha valido la pena la lucha continua?
Por supuesto. Si seguimos haciendo Barcelona es porque queremos. No nos da ni fama ni dinero, así que… Trabajar con amigos y haciendo lo que nos gusta es el premio.

Miquel Pellicer

Periodista y antropólogo. Nacido el año en que murió Elvis. Educado en los medios de comunicación locales, es autor del blog MiquelPellicer.com. Palabras clave de su currículum: FC Barcelona, Mundo Deportivo, Ayuntamiento de Barcelona, Enderrock, Transversal Web. Galardonado en los Premios Blocs Catalunya 2010 y miembro fundador del BCN MediaLab. Autor del libro Optimismo para periodistas.

Miguel Juncal

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