Más de un cuarto de Siglo derrochando alegría

Los Auténticos Decadentes desembarcaron en La Trastienda de Montevideo para seguir con los festejos de los 25 años de carrera y dejar en claro, que bajo ningún concepto la fiesta debe terminar.Fotos: Miguel juncal

Cuando cualquiera de nosotros va a un show de los Decadentes, sabe que está yendo a una fiesta, es como llegar a un cumpleaños de 15 justo en la parte del cotillón. La diversión está asegurada y esas canciones para cantar entre todos nunca nos van a faltar. Lo más importante en esta historia, es que toda esa expectativa que se genera en la previa a la ida a un espectáculo de los Decadentes, luego en los hechos se confirma y con creces.

Es que a lo largo de una carrera que supera los 25 años, la banda se ha caracterizado por hacer canciones que se transformaron en éxitos populares que no solo se han convertido en éxitos de discoteca, sino en clásicos para fiestas familiares y aún cuando sea con letra cambiada, varios de ellos han sido exitosas entre los cánticos de distintas barras de fútbol.

En el entorno de las 22 horas todo el combo decadente encabezado por Cucho y Jorge Serrano apareció en el escenario con toda la alegría característica y ‘La guitarra’ como forma de meterse al público desde la primera canción, cosa que no muchos artistas hacen, o pueden hacer.

Allí llegaron las buenas noches y el decir de Cucho de que “es un placer venir siempre a Montevideo, comemos muy bien y la pasamos bárbaro”. Se largaron con ‘Somos’, la canción que nos hace a todos decadente, ‘Los piratas’, que deduzco en la sala habrían unos cuantos dado que el coro se hizo sentir, y ‘Pendeviejo’, esa canción del 2003 que los define al día de hoy en cuerpo y alma, gente grande que se resiste a envejecer y lucha por mantener el espíritu festivo de por vida.

Allí fue tiempo de que Cucho se retirase un tiempo del escenario; tiempo en el cual la voz quedó a cargo de Jorge Serrano. Esa es una característica de los recitales de la banda, donde las canciones que interpreta Cucho que son una leve mayoría, son alternadas por las que lidera vocalmente Serrano y Diego de Marco, que en menor medida, es también uno de los cantautores de la banda.

Ese gran autor que tiene la banda conocido en la interna como “Perro viejo” hizo comenzó su momento con ‘Viviré por siempre’ y lo completó con dos canciones del disco más popular de la banda “Mi vida loca” de 1995, el primero fue una de las canciones más populares de la banda ‘Corazón’ (sino la más popular) y la otra fue ‘Diosa’, con la que marcó su presencia y logró algo que parece muy fácil para el combo, que el baile continuara.

Luego vino el tiempo del tercer cantante de la banda, el también compositor Diego De Marco, quien también interpretó en la oportunidad tres de sus canciones con la banda llevadas a su estilo, ‘La prima lejana’ del disco “Sigue tu camino” de 2003, ‘Besándote’ y uno de los que está en el podio de las canciones más populares del grupo, ‘El gran señor’, ese clásico del 97 cuando la banda proclamó que “Cualquiera puede cantar”.

La vuelta de Cucho al escenario se produjo para interpretar en primer lugar dos de los cortes de difusión, aquellos llamados simples, menos reconocidos de la banda en nuestro país, ambas pertenecientes al último disco de estudio “Irrompibles” de 2010, también el disco menos conocido por aquí; primero fue ‘Tribus urbanas’, canción que en su versión original contó con la participación de Fidel Nadal, un viejo compañero y conocido de Jorge Serrano de la época de Todos Tus Muertos, y el otro tema fue ‘Distrito Federal’.

Acto seguido y por si las dudas podían aparecer de que la fiesta se había terminado, se mandaron enganchadas tres canciones de las más coreadas de la banda, ‘Vení Raquel’, ‘Entregá el marrón’ y ‘El Murguero’, esa incursión por la murga Argentina que tanto éxito les dio y que allá por mediados de la década del 90 dejara a muchos “las zapatillas gastadas de andar bailando por la Avenida”.

El baile, alegría, la diversión era tal a esa altura que había que bajar un poco el ritmo, para eso volvió a los vocales Jorge Serrano e interpretó ‘Un osito de peluche de Taiwan’, que más allá de estar encubierta en una mentirosa calma, no dejó de ser cantada por los asistentes en La Trastienda. Después de hacer ese último número uno en Uruguay que tuvo la banda allá por 2003, fue tiempo de tres canciones más para “Perro viejo”, ‘El pájaro vio el cielo y se voló’, ‘Confundido’ y el actual corte de difusión de la banda en nuestro país ‘A mí no me importa el dinero’, que además de ser coreado por los presentes, tuvo la “participación” vía tecnología de Julieta Venegas, la mexicana que interpreta la canción junto a la banda en su edición original extraída del disco en vivo “Hecho en México” que celebró los 25 años del grupo en 2012.

Después de haber escuchado a toda la gente en La Trastienda coreando “a mí no me importa el dinero, tengo lo que yo más quiero”, se hacía necesario la presencia de Cucho para que no hiciera cantar “El dinero no es todo, pero cómo ayuda!”; es que tampoco se puede desconocer de la materialidad del mundo.

Ya en la recta final se largaron a hacer ‘Gente que no’, una de las primeras canciones escritas por Jorge Serrano y que el artista interpretara con su banda original Todos Tus Muertos a mediados de la década del 80, y que más de una década después hiciera la versión decadente junto a su antigua banda en un ritmo más bailantero, tal como la interpretaron aquella noche en La Trastienda.

Luego las palabras, la música, la diversión y la expectativa del público estuvieron de la mano de la presentación de cada uno de los integrantes de la banda con la respectiva historia de su llegada a la misma, todo para redondear una noche que al decir de Cucho sería inolvidable, y ‘Cómo me voy a olvidar’ hizo explotar las gargantas de todos los allí presentes. Allí culminó el show, y fue tiempo tras breve impasse de los ya clásicos y aclamados bises. Entonces fue que aparecieron en escena Jorge Serrano y uno de los fundadores de la banda, el guitarrista Gustavo “Nito” Montecchia, quienes arrancaron en forma acústica con uno de los más populares de la banda (sino el más popular), como lo es ‘Loco (tu forma de ser)’, canción del primer disco del grupo del año 89 que se convirtiera en tremendo éxito en el año 92, y se mantuviera con el correr del tiempo.

De a poco los músicos fueron agregándose a la interpretación del hit, para sumarse al final Cucho y terminar el show con aquel clásico de Alberto Castillo, que el propio creador grabara con la banda un par de años antes de su muerte y que sirviera para cerrar de forma festiva un show que tuvo al baile como leiv motive de la toda la noche.

Un show Decadente con el sello de la fiesta que la banda ha sabido impregnar a sus canciones como ninguna otra ha podido. Alegría que parte de ver a los propios músicos como se divierten sobre el escenario, y que se acentúa en cada canción. La honestidad con que han encarado la propuesta desde sus inicios hace casi 27 años y el bajo perfil de sus integrantes son ingredientes que han hecho que el público en general les tenga cariño.

Esa eterna adolescencia y esas ganas de cantar una más antes de que termine el día, son las imágenes que siempre tenemos presente al enfrentarnos a un espectáculo de una banda que tiene como principal virtud, el hecho de haber marcado un camino, perfeccionarse en el recorrido y presentarse con honestidad frente al público, aquellos que asisten a un espectáculo de Los Auténticos Decadentes, lo hacen sabiendo que alguna cosa podrá faltar pero que las ganas de cantar, bailar y divertirse siempre estarán aseguradas.