Garo y aquellas historias que se volvieron canción
El 14 de junio Garo Arakelian volvió a La Trastienda de Montevideo, pero esta vez lo hizo como solista para lo que fue la presentación oficial de su disco debut “Un mundo sin Gloria”, en una noche con amigos donde la emoción estuvo a flor de piel. Fotos: Miguel Juncal
Con una ambientación simple y efectiva, guitarra en mano entró a escena el artista y sus músicos, Ernesto Tabárez bajo, quien además fue el productor del disco, Sebastián Peralta en guitarra, Laura Gutman en coros y Francisco Echenique en batería.
Hace un tiempo cuando Chuck Berry se presentó en el Teatro de Verano, allí los periodistas y algunos artistas fuimos derivados hacia un costado destinado especialmente a nosotros al cual se accede por una escalera, obviamente al aire libre, pero con una cierta percepción privilegiada del espectáculo. Yo me ubiqué en la entrada justo en el vértice de la escalera y extrañamente fui el primero en llegar; luego fueron cayendo el resto, y entre ese grupo de periodistas y artistas invitados estaba Garo Arakelian quien fue el único que al pasar al lado mío se largó con un “buenas noches”, al que respondí como corresponde. Algún tiempo después y con la posibilidad de dirigirse a un mejor lugar, uno a uno los allí presentes se fueron retirando, mientras yo permanecía allí, justo en el vértice de la escalera; entre el silencio y murmullo de aquellos invitados sentí la voz de Garo que al pasar al lado mío me dijo “permiso”, y se retiró. Parece raro que me extrañe toparme con una persona así, pero es que la amabilidad es una de esas cosas que ya no se estilan, lamentablemente. Así me dijeron que éramos antes y no sé porqué no lo somos ahora, pero encontrar a 
un tipo que sin conocerte te salude al llegar y te pida permiso al retirarse, cuando en realidad se trataba de un lugar público que no requería de tanto formalismo, me habla a las claras de estar frente a una persona peculiar. Y lo peculiar de Garo en su proceder diario se refleja en su música y en particular en sus letras. La capacidad del rescate de valores perdidos, de vivir en el tiempo personal más allá que el real haya cambiado, de no sentirse avergonzado por respetar al otro, de marcar la diferencia, de buscar, de apostar y no tenerle miedo al fracaso cuando esa apuesta es el resultado de hacer lo que uno siente que es lo mejor. Ese es Garo, un caballero. Está claro que la apuesta del artista hoy dista de su pasado reciente. De aquellos shows con La Trampa donde era común encontrar a un mar de gente saltando y coreando sus canciones, ha pasado a un espectáculo donde el público asiste consiente que lo que encontrará será otra cosa, será un mundo de sensaciones que el artista le transmitirá a través de su voz y las historias. Historias fuertes, canciones introspectivas, y una instrumentación cuidada al detalle es lo que nos brinda hoy el artista.
Pasaron varios meses del anuncio de la presentación del disco debut como solista de Garo Arakelian, meses de expectativa de ver al hombre sobre el escenario, al jugador en la cancha, a esas canciones que una vez grabadas dejaron de pertenecerle al artista para comenzar a formar parte de la memoria colectiva de muchos que supieron apreciar ese mundo de canciones desparramadas en el tiempo y unidas en un disco debut.
“Un mundo sin Gloria” se apoderó de La Trastienda en la noche del 14 de junio, Garo mostró sus canciones y el público se encargó de colmar el lugar para darle a la presentación el marco que merecía.
Los músicos a escena, los aplausos de la gente, casi 21 minutos pasadas las 21 y una armónica introduciendo a ‘La visita’, canción con que dio comienzo el show. A la mencionada le siguió una de las mejores canciones el disco ‘Diente de león’, una historia de violencia doméstica de peculiares características; la canción acentuó esa paz con que arrancó la noche, aunque fue una paz para 
nada inesperada, ya que la tranquilidad es una de las características de este primer trabajo en solitario de quien fuera fundador, compositor y guitarrista de La Trampa.
Luego el artista llamó al primero de sus invitados, fue Ivan Krisman, hombre de La Hermana Menor entre otros proyectos, quien lo acompañó en la interpretación de ‘La música del bar’, uno de los temas “movidos” de “Un mundo sin gloria”. Ivan estaría presente también en otros momentos del show como músico invitado, al igual que más tarde lo hiciera Diego Rebella que además de haber sido partícipe en la grabación del trabajo, subió a escena para la interpretación de la canción central del disco.
Dos ingredientes tuvo el espectáculo; uno fue la participación de algunos músicos invitados, el otro la realización por parte del artista de algunas versiones que ayudaron a conformar la lista final de canciones realizadas. La primera versión en aparecer en la noche fue la del clásico de Alfredo Zitarrosa ‘Recordándote’, canción que al decir del intérprete no necesitaba presentación.
Luego interpretó dos canciones más del disco, ‘La móvil’ y ‘Celebración (25/10/09)’, tema que fuera el primer video clip hecho del artista. Fue el momento de realizar dos versiones más, aunque en este caso fueron temas originalmente compuestos por Garo, uno fue ‘La quema’, canción que el autor escribió para Alejandro Ferradas y el otro fue ‘Shangrilá’, tema que grabara junto a La Trampa en “El mísero espiral de encanto”, a la postre el último disco de la banda, donde Garo debutara además solitario en los vocales; versionar esta canción en el disco fue idea del productor del disco Ernesto Tabárez según contó Arakelian.
La palabra, y el contar alguna razón por la que la canción estaba allí fue una constante en el show, y fue algo que le dio un toque de acercamiento al público que escuchó cada historia con atención. Así fue que presentó a ‘Gloria’, la canción central del disco debut, donde recordó cuando tiempo atrás en un verano por Rocha, descubrió el libro de Leonardo Haberkorn “Crónicas de sangre, sudor y lágrimas” el cual lo marcó a fuego y del cual una de sus historias, la de la policía Gloria Cor, terminó siendo la piedra fundamental de 
la creación. Esta investigación periodística sobre la historia mencionada precisamente lleva el nombre de “Un mundo sin Gloria”.
Allí comenzó la etapa final con cinco versiones más del artista, que arrancó con ‘Es irremediable’, canción que cerró el último disco de Mandrake Wolf Y los Terapeutas llamado “Monstruo”, y que continuó con ese clásico de la banda uruguaya Zero de 1987 llamado ‘Ahuyentando el miedo’, que el propio Garo ya grabara con La Trampa años atrás. Para la ocasión llamó el escenario a su compañero de tantos años en ese recorrido que llevó a aquella banda a ser una de las más populares del medio, Alejandro Spuntone quien cantó junto al artista y se despidió acompañado de aplausos que lo volverían a recibir minutos más tarde.
Fue el turno de interpretar ‘Testamento’, canción incluida en “Un mundo sin Gloria” y que se trata de una versión libre al español de un clásico de Iron & Wine originalmente llamado ‘Dead man’s will’, para lo que llamó a su amigo Tussi Demateis, voz, letrista y fundador de La hermana Menor quien lo acompañó en vocales.
Para comenzar a retirarse se mando una versión hecha a su medida del tema de Buitres ‘Condenado el corazón’, que supo ser aclamado por el público asistente, por la versión y en parte por sus autores quienes han acompañado con su banda la historia de La Trampa, que es parte de la historia del artista. El final del show previo a los bises llegó con saludos, agradecimientos y la 
versión de su tema ‘Espuma al viento’ que integrara también el último disco de La Trampa de 2008, entonces cantada por el vocalista de la banda. Vocalista que volvió al escenario en tiempo de bises, a interpretar junto al artista ‘Las décimas’, una canción hecha a la medida para ser interpretada por dos voces solitarias sobre el escenario y una guitarra de acompañamiento, tal como sucedió.
Aplausos y más aplausos, para recibir luego al éxito de “Un mundo sin Gloria”, ‘Andes 1206’, canción que relata las últimas horas de la poetisa y activista Uruguaya Delmira Agustini quien muriera de forma trágica por su ex esposo a comienzo del siglo pasado, tras una distancia que éste no supo sobrellevar.
A pesar del movimiento que le dio al espectáculo la interpretación del corte adelanto del disco, el final vino de la mano de la tranquilidad, la misma con la que arrancó el show, pero esta vez fue de la mano de la interpretación de otra versión, ‘Guardo tantos recuerdos’, original de Gastón Ciarlo Dino que el artista también incluyera en su disco debut en solitario.
Así fue la presentación de “Un mundo sin Gloria”. Noche de emociones y sensaciones, de historias hecha canción; historias de vida y muerte que dejan ingresar en la tragedia, la esperanza de un mundo distinto, un cambio que aunque sepamos será imposible, el intento valdrá la pena y allí estará el premio. En el intento, en saber que aunque no haya salida, que aunque todas las apuestas lleven al fracaso el valor de seguir apostando es parte de la esperanza, de la ilusión, del comprender que a pesar de las derrotas ninguno de nosotros ha llegado para vivir en un mundo así, sin gloria.
