El Otro Lado

Obra de Ariel Dorfman, bajo la dirección del inglés Anthony Fletcher , es una tragicomedia donde la división o separación momentánea une más de lo que quiera separar. Sábados 21hs. en Sala Atahualpa de El Galpón. Nota Marcela Nuñez.

El otro lado en la sala Atahualpa de El Galpón

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Esta obra que se presenta el Teatro El Galpón y se exhibe en la Sala Atahualpa los días sábados a las 21hs. nos cuenta una historia en época de guerra en el hogar de 2 personas pobres que viven en la campaña y sobreviven con los restos que va dejando el conflicto y lo que este va dejando en ellos.

Un resumen que realiza la web del teatro sintetiza muy brevemente el argumento:

«Dos ancianos malviven en una cabaña cuya estancia atraviesa por la mitad la frontera de dos países en guerra. Juntos se ocupan en la macabra labor de buscar, numerar e identificar a los muertos en combate mientras esperan que algún día regrese su propio hijo de la batalla.

Pese a lo que pueda parecer al oír el resumen del argumento, El otro lado también tiene humor, más cercana a la tragicomedia que al drama.

La obra se beneficia de la prosa poética de Dorfman y del sentido metafórico de su trama y los personajes.»

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Mas allá de lo que dice la gacetilla de prensa, debo realizar mis impresiones acerca de la obra. Desde que uno llega a la Sala Atahualpa ya se entra en clima al pisar el escenario de tablas de madera para ir a la grada, donde el director Anthony Fletcher se encontraba para contemplar la obra (este director inglés que desde el año 2009 está poniendo en escena varias obras en Montevideo). Me detengo un instante para hablar del director que realmente es un caso extraño para nuestro país pero ha ayudado mucho a la dramaturgia nacional el tener un extranjero y su visión.

Fletcher ha dicho de los actores uruguayos cuando llegó allá por el 2009: «Acá se ensaya de tres a cinco horas, y allá todo el día. Los actores uruguayos tienen conexiones muy fuertes con sus emociones, y las expresan con facilidad, pero eso fue a veces un problema, porque tendían a exhibir emociones que no servían para la obra. Esa fue mi lucha, para que la obra no sea demasiado emocional»….«Montevideo es un laboratorio de teatro. No supongo que haya otro lugar en el mundo con tanta actividad teatral y que a la vez esté tan desconectado de otros centros de teatro, como se vinculan Londres y Nueva York, por ejemplo, o Londres y Edimburgo. Por esto, si a alguien le gusta investigar las posibilidades de teatro, esta ciudad es fascinante. Si hubiera una ciencia de antropología de teatro, Montevideo sería un modelo perfecto para estudiar».

Luego de estas precisiones del y sobre el director prosigo con mis impresiones de lo visto.

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La ambientación rústica nos da la sensación de estar dentro de esa casa rural de madera y modesta con los enseres de cocina, cama y radio de válvulas prendida para informarse sobre la guerra, esperando la paz.

La pareja de actores que interpretan a 2 ancianos Atom y Levana están muy bien y se nota el compromiso de ambos, hasta en situaciones difíciles y hasta tragicómicas que les toca vivir durante la obra, donde la muerte no solo ronda por el lugar sino que se hace presente literalmente al tener que acarrear los cadáveres que va dejando la guerra y su preparación para el entierro e identidicación para los familiares, siendo su sustento de vida en esa guerra que dividió pueblos vecinos, de los cuales proviene cada uno de ellos.

Pasados los minutos irrumpe violentamente en la casa un militar que derriba la puerta y divide la morada lo cual será el lei motiv de la obra, «El Otro Lado» donde pasar esa «frontera imaginaria» resuelta por ese militar intruso llevará a situaciones tragicómicas donde afloran sentimientos, estrategias y comportamientos de sobrevivencia que dan línea dramática a la obra.

El personaje del militar si bien parece muy violento, desnuda fragilidades y posibles conjeturas sobre su origen.

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En resumen muy buenas actuaciones sin ninguna falla apreciable en libreto ni puesta en escena, manteniendo la atención y la tensión del drama en el espectador durante todas las escenas.

La iluminación y sonido son muy correctos y le dan el marco justo para terminar de darnos la sensación de estar dentro de esa casa, cualidad que la dá este tipo de salas donde el público envuelve el escenario como en el tetro Circular y otros que existen en la ciudad de Montevideo.

En definitiva una obra muy recomendable bajo una dirección y puesta en escena excelentes.Va los sábados a las 21:00hs. en lña Sala Atahualpa de El Galpón.

Dijo Ariel Dorfman (Autor) : “El lugar mágico donde se desarrolla mi obra teatral es la frontera entre dos países que, durante la mayor parte de su existencia, han vivido una guerra incesante. Resuena con los temas del amor y la destrucción, las migraciones y las fundaciones, niños perdidos y padres extraviados, víctimas y vencedores, recuerdos imborrables y reconciliaciones imposibles. Estos son los temas que han marcado mi historia y también la historia de casi todos los países de nuestra tierra gloriosa y triste” – dice Dorfman en una presentación de su obra realizada en España en el año 2009.

Y continúa: – “Esta tragicomedia de Atom y Levana y su inesperado huésped, se monta en un momento muy excepcional de nuestra era contemporánea, cuando encontramos más y más gente desplazada por fuerzas que no controlan, pueblos que buscan en forma cada vez más desesperada una esquiva realidad, seres humanos que esperan ser rescatados de las peores catástrofes”.

Elenco: Maruja Fernández, Rodolfo Da Costa, Pablo Dive

Escenografía y Luces: Claudia Sánchez, Vestuario: María Inés López. Música: Leonardo Croatto
Prensa y difusión: Gabriela Judeikin. Producción Ejecutiva: Angeles Vázques y Marcela De Pena.
Producción: Teatro El Galpón. Dirección: Anthony Fletcher.

 

Marcela Nuñez

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